durante mas de un año la fachada del bello edificio que alberga el CCE tuvo una propuesta mía sobre el tema memoria, desaparecidos y guerra civil española.
fué a propuesta de la directora Hortensia Campanella y la responsable de exposiciones Patricia Bentancur que esa propuesta vio la luz. Mis trabajos sobre los desaparecidos en Uruguay les habían interesado y a partir de eso me pìdieron vincular esa historia, España y la fachada del centro cultural.
como consecuencia de la Guerra Civil Española (1936-1939) quedaron se calcula cerca de 70.000 desaparecidos, durante la contienda a menudo se fusilaba y enterraba los cuerpos, posterioremente el regimen franquista sistematizo esa politica de desaparecer los cuerpos de los detenidos que eran sacados de las carceles y fusilados al alba y enterrados cerca de los bordes de los caminos.
la llegada de la democracia a mediados de los 70 no trajo verdad y justicia y hoy cerca de 30 años después se sigue excavando en diferentes lugares para rescatar restos que posteriormente mediante examenes se confirman identidades.
Uruguay y España entonces se encuentran unidos como lugares donde lentamente la verdad se hace camino, independientemente del tiempo pasado y de las dificultades de la empresa.
unos meses después de instalada la fachada recibí unos correos de familiares de uno de los desaparecidos de quién yo había usado la foto para mi trabajo, decía así;
Estimado Juan Angel Urruzola:
No tengo el gusto de conocerle, soy una sobrina de Pedro Villasante Otegui, desaparecido del bando republicano, y que Ud ha tenido a bien incluir su fotografía en la Fachada del Centro Cultural de España en Montevideo.
No sabe los sentimientos que han aflorado en nosotros, cuando navegando por Internet, apareció el nombre de mi tío y su fotografía en relación con su obra, no puedo describir las sensaciones, por fin mi tío Pedro estaba en cierto modo en alguna parte, tanto mi abuela, como mi madre y ahora mi hermana y yo, hemos tratado de saber que pasó, pero primero el silencio temeroso, luego la impotencia ante la falta de información, nos ha hecho vivir con esta incógnita.
Parece que mi tío no existió, no fue ni hijo, ni hermano de nadie, de repente se lo tragó la tierra y ahora que Ud. lo haya incluido en su obra, es un poco como si hubiera vuelto a nosotros. No sabemos nada de él, a partir de la toma de Madrid. Ni el batallón donde militó, ni donde lo llevaron, ni donde esta su cuerpo. Generación tras generación lo hemos buscado, pero no sabemos donde.
Él era un ser noble, tan inocente como para atender una llamada del ejercito sublevado, para presentarse en una estación, donde les iban a poner un tren para volver a casa, los que se presentaron no volvieron nunca, y los que no atendieron esa llamada volvieron a sus casas, pero él dijo a un amigo que "él no tenía nada que ocultar, que no había hecho nada", y después el silencio.
Bueno no quiero cansarle más, reitero el agradecimiento de esta familia, que desearía poder estar en Montevideo para poder ver su obra y homenajear a nuestro tío,
MUCHAS GRACIAS.
Mª Victoria Muñoz Villasante. Oiartzun (Gipuzkoa)
2ª carta
Buenas Tardes:
Acabo de ver su mail, muchas gracias por su envio, es impresionante que una persona, que solo estaba presente en nuestro pensamiento, cobre presencia de repente, es tan duro, que alguien desaparezca sin dejar rastro, y no lo conocí tengo 54 años, pero mi abuela y mi madre, murieron con la pena de no saber donde esta por lo menos su cuerpo.
Supongo que si Ud ha tratado este tema en Argentina, serán muchos los familiares, que le habrán hecho llegar, sentimientos como los nuestros, es frustrante que incluso ahora se quiera tapar, diciendo, que no hay que mirar atrás, yo no quiero venganzas, quiero noticias, mi familia lleva esperando y buscando noticias hace 67 años.
En fin no le canso más, es Ud. de forma directa o indirecta, la única persona que ha hecho algo por nosotros y por él, que he hecho que su historia sea de algún modo pública, después de tanto silencio. Muchas, muchas gracias, todos nosotros residimos en el Pais Vasco, donde él residía tambien, si alguna vez viene por aquí no dude que sera bien recibido.
Un abrazo.
Marivi
Pedro Villasante Otegui, desaparecido en Madrid al ser ocupada por las tropas de Franco.